
Es muy curioso ver cómo esta fobia, si es que se le puede llamar así, es padecida por aquellos que forzosamente se desarrollan profesionalmente en un escenario, ya sea artística o académicamente. Por que también tenemos el caso de bailarines, cantantes o incluso actores, profesiones en las que está implícito de que de un momento a otro se encontrarán sobre un escenario y que tendrán a un público frente a ellos, que sufren de pánico escénico, siendo que su objetivo es el de presentarse frente a otras personas... bueno, ellos lo tendrán que superar mas temprano que tarde, por que de lo contrario no figurarán en lo que escogieron como su forma de vida.
Pero ¿qué pasa con los que sufrimos de pánico escénico y no nos hacemos a la idea de estar frente a un público? Como dicen algunos profesores son gajes del oficio, pero creo que no todos entienden la magnitud de los nervios que puede tener una persona cuando tiene que hablar en público, es capaz de olvidar todo lo que se tenía preparado como discurso, o incluso que empiece a tener reacciones fisiológicas muy notorias, como sudar, ponerse colorado e incluso hay algunos que se sueltan a llorar. Afortunadamente yo no he llegado hasta esos límites, pero el simple hecho de pensar en el examen profesional me hace pensar que no sería capaz de soportar la mirada de toda mi familia, de amigos y encima de los profesores que van a decidir si me titulo o no.

Todo este conjunto de emociones encontradas fue lo que experimenté esta semana con la presión de que mi presentación de inglés estuviera perfecta, pero claro, no puedes controlar todo, sólo lo que está bajo tu poder y dominio, y con eso de que nos calificó una especie de "sinodo", no me quiero imaginar cómo voy a estar cuando sea el examen profesional. Lo mejor será tratar de controlarlo, si es que hay manera.
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