09 mayo 2010

Wishing and hoping and thinking and praying




Todos los días, como quien no quiere la cosa, pienso en ti, has cambiado algo en mí y la verdad no sé que es, sólo sé que no tengo otro remedio que acordarme de ti. No creas que no noto como me miras de reojo, y esquivas la mirada en el momento justo en que mis ojos se encuentran con los tuyos en que trato de buscarte entre la multitud y esos pocos segundos de incertudumbre se desvanecen para pasar a un sentimiento de inquietud y nostalgia.


Lo que todavía no comprendo es por qué no te has acercado a mí, te he dejado todas las puertas abiertas, las opciones a tu mano, aún así no te decides, ¿es acaso por tus amigos o mi pasado? No lo sé, pero te digo que me voy cansando de tanta espera, de tanto anhelar que me tomes entre tus brazos; aunque nuevamente todo queda en mi mente porque te encuentras tan lejos de mi, tan apartado y distante.



No te garantizo que estaremos juntos por siempre, pero te digo que va a ser diferente, que no soy la niña caprichosa y voluntariosa que tienes idea que soy; tal vez pienses que es parte del discurso que tenía preparado, pero no puedo esconder que me ruborizo cuando apareces frente a mi, serio, educado, un tanto introvertido pero que de cualquier modo consigue conquistarme, no puedo ocultar que cuando escucho tu nombre me salta el corazón y tengo ganas de gritarle al mundo que algún día estaremos juntos, y ese día será cuando me veas de una buena vez.

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