Melancolía, tristeza, añoranza, entre otros, son los sentimientos que evoca la luna llena y on el pretexto de que en estos días, mejor dicho noches, ha habido luna llena, me propuse escribir sobre cómo inspira este astro muchas canciones, poemas e incluso es culpada de las acciones que realizan algunas personas.
En la oscuridad lo que más se ansía es un rayo de luz, y ¿qué mejor que el de la luna llena? Cuando llegamos a ver que en la noche todo es alumbrado por la luz que desprende una luna llena, podemos apreciar las cosas desde otro lado, es como si todo lo vieramos con otros ojos, pero no todo es dulzura, la mayoría de las veces ese raro resplandor causa en las personas comportamientos extraños, por decir lo menos, no en valde la canción de Blue Moon ha sido interpretada miles de veces por diferentes cantantes.
La luna llena provoca, mueve y motiva a realizar actos que muchas veces piensas que no harías, produce una sensación de inmediatez y prontitud, aunque en otras ocasiones te hace pensar demasiado algo que no te gustaría recordar o simplemente lo habías eliminado de tu memoria. Posiblemente el mismo efecto que tiene la luna sobre el mar lo tenga sobre las personas o tal vez sea que como sólo se ve unos cuantos días al mes, dicha rareza aflore durante esos días en aquél que levante la vista y se bañe de su luz.
Lo fascinante no es sólo este aspecto un tanto romántico que proporciona la luna, sino que tiene otros, o mejor dicho, las personas le adjudican otros: se planea la suerte con respecto a su posición, se elaboran dietas que supuestamente están relacionadas con la energía y la temporalidad de la luna, incluso forma parte esencial de la mitología de criaturas fantásticas como el hombre lobo, etcétera. Lo que es innegable es que es una de las muchas cosas que la naturaleza nos deja observar para maravillarnos y ayudarnos a reflexionar.
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