No te escondas más tras tu falsa seguridad y filosofía de vida, bien sabes que muy pronto llegará el fin, el momento en que se revelarán todos tus secretos y que la soledad no te dará lo mínimo de compañía por el resto de tus días.
Escucha el sonido del viento pegando fuerte contra tu cara, espera la sombra de cada una de las almas que llegaste a conocer y lastimar, sabes que lo tendrás que soportar, que cada lamento que escuches te llegará hasta lo mas profundo de tu sufrimiento y sólo en ese momento te darás cuenta del daño que causaste.
No intentes resistir, nunca fuiste lo suficientemente bueno para nadie, ni siquiera para ti, sigue luchando inútilmente mientras te hundes más y más, hasta que llegue el punto en que no podrás salir. El suave terciopelo de las pieles que tocaste, el dulce sabor de los labios que probaste, la gran satisfacción que sentiste de hacerlo tuyo... nada de eso quedará, sólo el recuerdo de algo que nunca existió, porque bien sabes que no se puede existir sin entrega, que mientras pensabas que disfrutabas, en realidad era una lenta agonía, una vida sin fruto, sin mí, sin ti, sin nada.
Las comparaciones, los insultos, las recomendaciones cargadas de prejuicios y arrogancia, en fin, todo lo que sabes que forma parte de tu mundo de ilusión, de atenciones desvirtuadas y de razones sin lógica regresarán a ti, amor, para decirte que todo terminó, que no puedes volver atrás y tu propia insignificancia será tan apabullante y sofocante que añorarás la oscuridad como refugio.
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