
Si existe algo que puede hacer subir el ánimo de una mujer, o al menos el mío, son las compras, en especial cuando compro zapatos. La sensación de tener un nuevo par de tacones, plataformas o hasta zapatos bajitos es indescriptible. Algunas mujeres sienten fobia a la hora de ir de compras, se pierden entre las tiendas, los productos, las texturas y los colores, pero les puedo decir que no es tal el caos que tienen en mente, sólo es cuestión de priorizar.
Las mujeres que saben qué es lo que quieren y lo que les queda no sienten esa sensación de pánico al tener que escoger entre una infinidad de posibilidades, y esto aplica tanto a ropa, zapatos y hasta hombres, pero regresando al tema, ese es el secreto, saber qué es lo que quieres. En lo que respecta a zapatos, no importa que tan deprimida estés, si encuentras ese par que desde hace tiempo tenías en mente pero no habías encontrado en ningún lado y que de casualidad se cruza en tu camino, te vuelves la mujer más feliz del mundo, incluso si acabas de tronar con el novio.

Los zapatos son compañeros de vida de una mujer y al igual que los hombres, si unos no te funcionan por más que te duela los tienes que deshechar y buscar unos que te ajusten y no por comprar un par para cada ocasión, nos convertimos adictas a los zapatos, en verdad los necesitamos.
Tienes toda la razón Linda, por más frívolo y materialista que parezca, un par de zapatos tienen una influencia indescriptible en la vida de una mujer. Con lo anterior me refiero a que te transforman el día, la actitud, la autoestima, etc. Son geniales y lo mejor, no hablan, son leales y se acomodan a tus necesidades jajajaja. Ciao!
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