26 noviembre 2009

The worst weekend ever


Este fin de semana que acaba de pasar ha sido uno de los peores de toda mi vida, y no quiero ser exagerada, pero es verdad, lo explicaré. Dicen que no sabes lo que tienes hasta que lo ves perdido, pero ¿qué pasa cuando sabes lo que tienes y lo pierdes? La respuesta es que uno se siente desolado y abatido, cuando por azares del destino algo cambia repentinamente y no te da tiempo de reaccionar. En este fin de semana experimenté esta situación.


Para no entrar en detalle, sólo diré que una de mis mascotas se perdió, afortunadamente lo recuperamos a los dos días, pero esos dos días sólo los puedo comparar con lo que sentí con la muerte de un ser querido hace muchos años. Soy del tipo de personas que me encariño muy fácil, pero cuando lo digo es en serio: muy facilmente hago a algo o alguien parte de mi vida, y con mis mascotas no es la excepción, las trato como si fueran parte de mi familia, que de hecho lo son, entonces es sencillo imaginarse que ante la falta de alguien de tu familia, de una forma que no previas, te sientas perdido.


Aunado a lo anterior, este fin de semana ya lo había preparado todo para dedicarme a terminar mis trabajos finales y estudiar para mis exámenes y exposiciones también finales, demás está decir que no lo pude hacer; por más que trataba de concentrarme, la mente me traicionaba y recurrentemente me abordaba una sensación de incertidumbre, tristeza, abandono y dolor, como un cóctel para la depresión, y físicamente tenía la impresión de que me faltaba algo, un brazo o una parte de mi estómago o de mi cabeza; lo peor de todo es que esa sensación era compartida por toda mi familia creando una atmósfera pesada y triste, no tengo otra palabra para describirla. No le deseo esta sensación a nadie, ni a la persona que peor me caiga y vuelvo a afirmar: uno de los peores fines de semana de mi vida.

18 noviembre 2009

¡Quiero salir de vacaciones ya!


Estos últimos días del semestre se sienten igual que la canción de Onda Vaselina de hace añísimos: todos los días me parecen igual, quiero salir de vacaciones ya, estoy segura que no voy a reprobar... Bueno, para los de mi generación seguro que les sonará la canción, para los más chavitos pues no, pero esa canción es un himno a la desesperación y el anhelo a salir de vaciones y es justo la canción que ejemplifica cómo me siento.

Entre tantos trabajos finales, exámenes, controles de lectura, etc., llega el momento en que me dan ganas de gritar ¡basta! y tener un rato para mí, para leer una revista o simplemente pensar en la inmortalidad del cangrejo (¿si es inmortal?), pero no puedo; ya sé que algunos dirán que para todo hay tiempo y que hoy por hoy es el tiempo de estudiar y de sacar provecho y disfrutar de la universidad, y no podría estar más de acuerdo, pero eso también se lo deberían decir a algunos profesores.

Sólo espero que llegue el tan anhelado fin de semestre, con la fiesta reglamentaria por supuesto, y poder decir que va a tardar en que vuelva a levantar un libro (aunque ni yo me lo crea), pero en lo que llega hay que echarle todas las ganas que se puedan para poder saportar estos últimos días de clases, los cuales se me harían eternos si no fuera por la compañía y buena vibra de mis amigos.

Aunque por otra parte también debo decir que con cada fin de semestre se acerca cada vez más el fin de la carrera y por ende la vida de estudiante, cosa que cuando escuchaba la canción de la Onda Vaselina no pasaba por mi cabeza y mi preocupación era lo que haría con tanto tiempo a mi disposición hasta regresar a la escuela, ¡ah, qué tiempos aquellos!

15 noviembre 2009

Objeto sexual



Durante años las mujeres han luchado para que se les reconozca como iguales a los hombres y no se les vea como objetos sexuales, hasta hace no mucho hubo una campaña publicitaria para evitar en la medida de lo posible el acoso sexual en el lugar de trabajo, la cual hoy en día muy pocas personas recuerdan. En primer lugar hay que dejar en claro que la igualdad entre hombres y mujeres sólo puede ser en los aspectos jurídico y laboral, en todos los demás hay una marcada diferencia entre una mujer y un hombre, aunque claro, el juego de roles ha cambiado mucho, pero esto se debe de entender en la visión occidental de las relaciones humanas, ya que es muy diferente en el mundo oriental.



En el mundo occidental, la lucha por la equidad de género ha encontrado a grandes representantes como Simone de Beauvoir, por ejemplo; pero fue sobretodo en la década de los sesenta, que debido a la revolución social que en ese tiempo se dio, surgieron muchos grupos feministas que pregonaban la liberación sexual, particularmente la idea de no tener que estar atada a una familia, de explorar su cuerpo y permitirse la satisfacción sexual, aspecto que se mantenía escondido y no era propio tratarlo en una conversación.



Uno de los puntos que más reclamaban estos grupos feministas era que no se viera a la mujer como simple objeto sexual, sobretodo en el caso de Estados Unidos, donde la manifestación de esta idea fue dirigida a censurar la revista Playboy, ya que pensaban que era símbolo de represión a la mujer y una forma más de convertirla en un objeto destinado únicamente a la satisfacción masculina... bueno, ese era su argumento. Curiosamente, en la décade de los setenta, la editora en jefe de la revista Cosmopolitan (una de las primeras revista, si no es que la primera en hablar de sexualidad femenina) anunció que pensaba hacer lo mismo que Hugh Hefner, es decir, colocar a un hombre desnudo en la parte central de la revista, pero la cuestión era que no podía ser cualquier hombre, tenía que ser uno que tuviera ciertas carácterísticas físicas, así como una actitud atractiva hacia las mujeres, o en específico, hacia el mercado que abarcaba esta revista. El hombre elegido para tal misión fue Burt Reynolds, quien en su buena época fue considerado como uno de los hombres más varoniles, atractivos y sexies de esos años, en resumidas cuentas, un símbolo sexual, según muchas mujeres.




En lo particular no es el estereotipo de hombre que me atrae, pero en casos como este es que se puede apreciar muy bien la diferencia entre hombres y mujeres, hasta para convertir en objetos sexuales a las personas, y claro, no es de esperarse que siendo las mujeres la mejor creación sobre la Tierra, los hombres quieran admirarnos.

11 noviembre 2009

Diversidad frente a la adversidad



Cuando pensé en lo que podía escribir para esta entrada, entre los muchos temas que daban vueltas en mi mente estaba el de la diversidad. Al principio sólo pensé en diversidad sexual, creo que mucho tuvo que ver que todo el mes pasado en un canal que se especializa en moda se dedicó a la diversidad, específicamente en la sexual; entre los temas que abarcaron los programas estaban el de los máximos representantes de la comunidad gay, el proceso que siguió el reconocimiento de esta comunidad -principalmente en Estados Unidos- y las veces que el tema ha sido llevado a la pantalla grande.


Después me puse a pensar que no sólo en el aspecto sexual se puede aplicar el término de diversidad, también existe la cultural, la biológica, la de opinión, entre otras, y lo difícil no es reconocer dicha diversidad, sino el respetarla. Hoy en día los medios de comunicación utilizan la palabra tolerancia para hacer referencia a una especie de aceptación de la diversidad, bueno, en el caso de la biológica no nos queda otro remedio, pero en el caso de la cultural, la de pensamiento o incluso la musical, se dice que hay que ser tolerantes, acepción con la que no estoy de acuerdo.



Ser tolerante, según yo, implica soportar al otro, estés o no de acuerdo con lo que piensa o expresa, sin reaccionar de manera violenta, pero la clave no es que tengamos que ser tolerantes, sino que respetemos, cuando le mostramos respeto a alguien, incluso a sus ideas, la persona nos tratará con el mismo respeto, bueno, la mayoría de las veces. Pero eso no quiere decir que con eso ya estamos aceptando su forma de ser, de pensar o de actuar, simplemente que lo reconocemos como individuo y nos mantenemos al margen, en caso de que no nos parezca, el problema es cuando se traspasan ciertos límites o se daña la integridad física.


De ahí el título, diversidad frente a la adversidad, matices frente a una realidad estrecha, realidad que sólo cambia con una mentalidad abierta y con una actitud a favor de conocer y experimentar cosas nuevas. Difícil, sí, pero no imposible. Todo está en el tacto y la empatía, aunque a muchos de nosotros nos falte una u otra de las anteriores.

08 noviembre 2009

Shoe addict


Si existe algo que puede hacer subir el ánimo de una mujer, o al menos el mío, son las compras, en especial cuando compro zapatos. La sensación de tener un nuevo par de tacones, plataformas o hasta zapatos bajitos es indescriptible. Algunas mujeres sienten fobia a la hora de ir de compras, se pierden entre las tiendas, los productos, las texturas y los colores, pero les puedo decir que no es tal el caos que tienen en mente, sólo es cuestión de priorizar.



Las mujeres que saben qué es lo que quieren y lo que les queda no sienten esa sensación de pánico al tener que escoger entre una infinidad de posibilidades, y esto aplica tanto a ropa, zapatos y hasta hombres, pero regresando al tema, ese es el secreto, saber qué es lo que quieres. En lo que respecta a zapatos, no importa que tan deprimida estés, si encuentras ese par que desde hace tiempo tenías en mente pero no habías encontrado en ningún lado y que de casualidad se cruza en tu camino, te vuelves la mujer más feliz del mundo, incluso si acabas de tronar con el novio.



Por otro lado no hay dolor más agobiante que ver a tu mascota destruir el tacón de un nuevo par de botas, para el cual habías ahorrado durante quien sabe cuánto tiempo y que te costó tanto trabajo encontrar, es decir, caminaste varias cuadras para dar con el par que se ajustaba justo a lo que tenías en mente; tal como el episodio de Sex and the city en el que la protagonista, Carrie, se queja con su novio porque el perro muerde un par de zapatos color turquesa que tenía desde hace muchos años, pero claro, los hombres no entiendes este sufrimiento, o al menos no los hombres heterosexuales.


Los zapatos son compañeros de vida de una mujer y al igual que los hombres, si unos no te funcionan por más que te duela los tienes que deshechar y buscar unos que te ajusten y no por comprar un par para cada ocasión, nos convertimos adictas a los zapatos, en verdad los necesitamos.

07 noviembre 2009

You really got me



Eso fue lo que me dijiste un día: "You really got me". No te creí, por supuesto, ¿por qué habría de hacerlo? Sabías que al recurrir a esa canción caería rendida a tus pies, sin defensa alguna, un punto débil si quieres llamarlo así. No me esperaba que después de ese momento te comportaras como lo hiciste, a pesar de tu experiencia, de tu supuesta madurez, de ser tú, no... Me confirmaste que como hombre eres igual que todos los demás.

No entendías el impacto que causabas al decirme eso, que despúes de ese comentario, esa pequeña frase, me tenías, curioso ¿no? Como las acciones de uno puede cambiar lo que sentimos, pensé que después de eso por fin me dejarías conocerte, pero fue una ilusión que en eso se quedó y al final la broma que empecé recayó en mí. Lo que todavía no logro entender es cómo con todo lo que tenías a tu favor, no lo aprovechaste y me conquistaste por completo.


Me dejaste sin dormir, sin saber a dónde iba o porqué hacía lo que hacía, y al final lo comprendí: no te quería a ti, quería lo que me hacías sentir, quería que me tuvieras a tu lado, que me dijeras que nadie más te iba a retener, que nadie más te tendría y te dejaría sin dormir ¡que ingenuidad la mía!

02 noviembre 2009

Danza de la muerte


En apoyo al teatro independiente, a la expresión artística y mis compañeros de la UNAM, dedico esta entrada a la compañía de teatro Primera OBscena, cuyos integrantes son en su mayoría alumnos de la Facultad de Folosofía y Letras y que este fin de semana estuvieron presentando a los pies de Rectoría la obra de La Danza Universitaria de la Muerte, muy ad hoc con los festejos de estas fechas. En la obra se representan a diversas carreras que imparte la UNAM así como a la autoridad máxima de nuestra universidad y casualmente este año incorporaron a los vigilantes.


Entre los licenciados que tratan de defender su profesión antes de que se los lleve la muerte estuvieron el economista, el actor, el médico, el abogado, el sociólogo, el filósofo, el arquitecto y el ingeniero. La obra es una comedia bastante amena y entretenida, y como es de esperarse tuvo lugar junto a la mega ofrenda de Ciudad Universitaria, al aire libre; aunque las condiciones climáticas no fueron las mejores para presentar una obra en este espacio, ni para los actores ni para el público, la atmósfera que se sentía era de apoyo y diversión.

Un espectáculo familiar que permite mostrar los aspectos chuscos de cada una de las carreras más conocidas o de mayor demanda era lo que nos presentaba esta compañía de teatro, con una entrega y pasión al escenario tales que el público se congregaba y permancía a pesar del frío o la lluvia. Creo que no hay forma mejor de mostrar el orgullo universitario y puma que el apoyar a nuestra comunidad y permitiendo que eventos como estos se lleven a cabo en las instalaciones, ya que por un lado nos permite observar la creatividad de los estudiantes y por el otro reúne a generaciones distintas que han pertenecido a la UNAM.