¿Cómo nos definimos a nosotros mismos? Muchos dicen que con base en el otro es que uno se puede definir, porque ubicas lo que no eres y lo que sí, pero también mucho tiene que ver con el grupo al que pertenecemos.
Mucho se discute sobre este tema y tiene una importancia considerable en el caso de los adolescentes y pubertos que buscan de dónde vienen y hacia dónde van, cuál es su lugar en el mundo; lamentablemente, esto sucede con mucha más frecuencia en las sociedades occidentales capitalistas, y progresivamente ha abarcado diversos sectores de la población, es decir, empieza a manifestarse desde la pubertad hasta la edad adulta, pero el problema es ¿cómo corregir este fenómeno social a nivel mundial?
En primer lugar, tenemos que identificar el problema, que en este caso sería la crisis de identidad, que no es otra cosa que la incapacidad de una persona por definirse a sí misma y saberse parte de un grupo, de una comunidad o una sociedad determinada diferente a otras, lo que se reduce a poder contestar la pregunta de quién soy y no tener duda en ello.
La falta de identificación con el grupo de origen viene de la paulatina adopción de modelos culturales ajenos y apropiación de los valores que forman dichos modelos. Curiosamente, se presenta una situación bastante particular que tiene que ver con la brecha entre una generación y otra, esto es que la primera generación, la originaria, se preocupa por la formación y el sustento, la segunda ubica las carencias que tuvo y las busca en otros valores diferentes a los que le fueron inculcados, y la tercera generación busca la reidentificación con los valores culturales originarios. De tal forma que se podría hablar de un círculo que busca la continua reconstrucción de la identidad de cierto grupo social.
La identidad tiene que ver con el pasado histórico compartido y cuando hay una clara ausencia de éste surge un primer momento de la crisis de identidad, por ejemplo, el caso de los niños que nacen en época de guerras o de militarismo gubernamental, al no contar con sus padres o tener la incertidumbre con respecto al lugar del que provienen, no cuentan con una base fundamental que forma su identidad; otro elemento es la construcción de un futuro conjunto, el cual, como podemos ver en el mundo actual, se viene haciendo cada vez más difícil debido al individualismo tan arraigado en las nuevas generaciones, lo que se ve reflejado en la disminución de compromisos de cualquier índole y la falta de acuerdos que satisfagan a todas las partes involucradas.
Como mencioné al principio, este es un problema que ha proliferado en las sociedades capitalistas occidentales, pero a medida que avanza, puede llegar a trastocar los valores de las comunidades originarias de los Estados, provocando una pérdida o transformación total de la cultura misma, y en ese caso ¿en qué lugar quedaríamos todos? ¿Cómo reconoceríamos al otro y cómo nos definiríamos nosotros mismos?
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