28 abril 2010

Estoy tan cansada


No sé si de la vida, de esta semana, de las tareas o de todo, no sé, pero estoy muy cansada. Lo peor es que se refleja en mis ojos, hasta dormida pienso en todo lo que tengo que hacer, es como una especie de sensación de que el tiempo es tan efímero que no me alcanza.

No puedo negar que el escribir esto es un poco terapéutico, pero a la vez es una distracción de todo lo que tengo que hacer... pensar, pensar, escribir... respiro un momento y de nuevo al trabajo, sumergida en la rutina, constante, el estilo de vida de la ciudad, nos apagamos, posiblemente quede un momento para mirar al cielo y descubrir su inmensidad y nuestra insignificancia, que después de todo nada realmente importa mas que para nosotros mismos.

Sonrío, escucho y asiento, espero el fin de semana con gran ansiedad, ¡pero el calor! no lo soporto, es un somnífero poderoso, aletarga mis acciones, me lleva a otra dimensión, la luz a través de las hojas de los árboles me provocan, me provocan irle a buscar, pero tengo tanto por hacer, tanto por pensar que mi sentido de obligación le gana al de la voluntad.

Me alejo, me aparto de la tentación, es mejor para mi salud mental y física, ya es tarde, pronto caerá la noche y tal vez refresque, al fin y al cabo falta poco, muy poco, sólo he de resistir si me mantengo ocupada, que mi mente se llene de ideas para no divagar en donde sé que no hay punto de retorno.

25 abril 2010

I'm only sleeping



No entiendo la rapidez que nos exige el mundo actual para vivir, el correr todo el tiempo, si el mundo sigue girando a la misma velocidad siempre y no lo puedes hacer girar más rápido, ¿cuál es la prisa por llegar antes de tiempo al futuro? Como dijo John Lennon "life is what happens to you while you're busy making other plans", se trata de disfrutar el momento, de vivir cada instante como si fuera el último aliento que tendrás, pero no por ello vivir preocupado o en constante estrés.

De las tantas cosas que nos ha quitado la vida moderna es soñar, disfrutar de ese momento de descanso en que caemos en los brazos de Morfeo y nos transportamos a otro mundo, aunque claro, no falta algo o alguien que nos quiera sacar a jalones y regresarnos al mundo real. Pero aún así, los soñadores nos la arreglamos para soñar despiertos, nos valemos de la imaginación y cualquier momento libre de responsabilidades para crear nuestro mundo perfecto, para arreglar de la manera más sencilla cualquier problema que en la vida real no se pueda arreglar, o simplemente para escapar de la continua celeridad en la que vivimos.


Desafortunadamente, el mundo y la industrialización ha ido acabando poco a poco con esta rara especie que conformamos todos aquellos que de vez en cuando nos encontramos ausentes o preferimos estar dormidos que despiertos, como una maquinaria que a cada vuelta de los engranajes mata un sueño y lo reemplaza por preocupación.

Claro que no puedo dejar de mencionar la otra parte de la situación, es decir, los flojos, los que no quieren hacer nada y quedarse todo el día en la cama, esto fuera de ser claramente nada productivo, es una actitud enfermiza, ya que una cosa es disfrutar del descanso que te pide tu cuerpo y otra muy diferente no hacer nada con el objetivo de hacer nada y permitir que la vida pase frente a tus ojos sin prestar atención a nada, sin vivir, porque esas personas se encuentran en un estado vegetativo tal que lo mismo sería que estuvieran vivas a que no lo estuvieran, triste pero cierto.

Aunque no todo el panorama es tan negro, para formar parte de la realidad tenemos que realizar un esfuerzo doble y tratar de cambiar la forma de ver el mundo de todos aquellos que no son soñadores, que no han activado su imaginación o que la pereza se los impide; tal vez suene idealista, pero por ahí he escuchado que el mundo es de los que sueñan, lo que nos deja una gran oportunidad para mejorar al mundo.

21 abril 2010

Crisis de identidad




¿Cómo nos definimos a nosotros mismos? Muchos dicen que con base en el otro es que uno se puede definir, porque ubicas lo que no eres y lo que sí, pero también mucho tiene que ver con el grupo al que pertenecemos.


Mucho se discute sobre este tema y tiene una importancia considerable en el caso de los adolescentes y pubertos que buscan de dónde vienen y hacia dónde van, cuál es su lugar en el mundo; lamentablemente, esto sucede con mucha más frecuencia en las sociedades occidentales capitalistas, y progresivamente ha abarcado diversos sectores de la población, es decir, empieza a manifestarse desde la pubertad hasta la edad adulta, pero el problema es ¿cómo corregir este fenómeno social a nivel mundial?


En primer lugar, tenemos que identificar el problema, que en este caso sería la crisis de identidad, que no es otra cosa que la incapacidad de una persona por definirse a sí misma y saberse parte de un grupo, de una comunidad o una sociedad determinada diferente a otras, lo que se reduce a poder contestar la pregunta de quién soy y no tener duda en ello.



La falta de identificación con el grupo de origen viene de la paulatina adopción de modelos culturales ajenos y apropiación de los valores que forman dichos modelos. Curiosamente, se presenta una situación bastante particular que tiene que ver con la brecha entre una generación y otra, esto es que la primera generación, la originaria, se preocupa por la formación y el sustento, la segunda ubica las carencias que tuvo y las busca en otros valores diferentes a los que le fueron inculcados, y la tercera generación busca la reidentificación con los valores culturales originarios. De tal forma que se podría hablar de un círculo que busca la continua reconstrucción de la identidad de cierto grupo social.


La identidad tiene que ver con el pasado histórico compartido y cuando hay una clara ausencia de éste surge un primer momento de la crisis de identidad, por ejemplo, el caso de los niños que nacen en época de guerras o de militarismo gubernamental, al no contar con sus padres o tener la incertidumbre con respecto al lugar del que provienen, no cuentan con una base fundamental que forma su identidad; otro elemento es la construcción de un futuro conjunto, el cual, como podemos ver en el mundo actual, se viene haciendo cada vez más difícil debido al individualismo tan arraigado en las nuevas generaciones, lo que se ve reflejado en la disminución de compromisos de cualquier índole y la falta de acuerdos que satisfagan a todas las partes involucradas.


Como mencioné al principio, este es un problema que ha proliferado en las sociedades capitalistas occidentales, pero a medida que avanza, puede llegar a trastocar los valores de las comunidades originarias de los Estados, provocando una pérdida o transformación total de la cultura misma, y en ese caso ¿en qué lugar quedaríamos todos? ¿Cómo reconoceríamos al otro y cómo nos definiríamos nosotros mismos?

18 abril 2010

Tómame o déjame




Llueve y no consigo alejar mi pensamiento de ti, de tus labios, de tu cuerpo, de tu olor. Llueve, es primavera, pero no sale el sol, las gotas de agua sobre mi ventana me hacen recordar aquellas gotas que en algún momento fueron para ti.


Llueve, como aquella vez que me tomaste entre tus brazos y cubriste mi frente con tus besos, sigo hechizada con esa sensación, pero esta tarde sólo hay lluvia. La adicción que has dejado en mí no la puedo eliminar, no soy capaz, me consume y a la vez me reanima.


No lo puedo negar, formas parte de mí, la marca de tus dedos sigue en mí, invisibles, sólo yo puedo distinguir tus huellas, seguir su rastro, dibujarlas con los ojos. ¿Cómo es que no pensaste en la obsesión que generarías? ¿Por qué nunca me dijiste que serías tan efímero como el tiempo, tan inasible como el aire?



Me consumías y me consumo en tu recuerdo, me haces falta sin querer, sólo soñando te alcanzo, pero me despierta la lluvia, de esos sueños con los ojos abiertos, y el frío, ¡cómo hace frío! ¿Cómo lo soportas? No quiero contestar, sé la respuesta, el calor de otro cuerpo, la suavidad de otra piel, las caricias de otras manos es bajo lo que te resguardas de esta lluvia torrencial y espantosa.


Dime cómo escapar de mis pensamientos porque ellos simplemente no se alejan de ti, no te dejan ir, el mismo cielo gris refleja el estado de mi mente, de la inconsistencia en la conexión de mis neuronas. Priorizar, cubrirme con una manta, tomar una taza de café, terapia ocupacional, trabajo, tarea, quehacer, atender a mis mascotas, salir con mis amigos, sí, sacar energía de donde se pueda, desde el fondo de mi ser, separarme de la ventana desde donde puedo ver esta lluvia, cerrar mis oídos al golpe que produce contra las paredes, terminar con esto.

11 abril 2010

Pobreza


La siguiente es una reflexión que surge a partir del estudio de la pobreza como concepto y objetivo del desarrollo humano, esto en el seno del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La conceptualización de esta palabra ha representado diversos obstáculos, que van desde quién define la palabra y con base en qué datos o información. Dependiendo de la persona o institución que la defina, va a variar el sentido y la visión que sobre la pobreza se haga; por ejemplo, tenemos que el Banco Mundial (BM) la define en un sentido materialista básicamente, es decir, en función de la falta de ingresos o recursos económicos para garantizar el bienestar material; otra definición es la que hace el mismo PNUD, la cual va a estar íntimamente relacionada con el desarrollo, de manera tal que la pobreza es el obstáculo que no permite concretar los objetivos del desarrollo humano.


Con respecto a los teóricos, uno de los que vino a revolucionar la concepción de la pobreza fue Amartya Sen, quien partía de las capacidades, no desmentía que la pobreza significaba carencia, pero ampliaba dicho significado con base en las capacidadades del ser humano para alcanzar el bienestar y su integración en la sociedad, la participación en la sociedad, incluye la libertad y la capacidad de elección.


No se puede negar que la pobreza es sinónimo de carencia material, de ingresos y recursos, pero el que los pobres se asuman como tal depende de lo que consideren carencias, el que en un país más del 60% de su población infantil viva en condiciones infrahumanas, que su alimento consista en una taza de arroz (si bien les va) y lo toleren gracias al consumo de solventes nos dice claramente que existe una crisis de desarrollo ligada a la pobreza, pero también está el caso de aquellos círculos de la sociedad que consideran que algunas privaciones que tienen con respecto al acceso a libertades, medios u otros, empobrecen su desarrollo, aun cuenten con los servicios básicos para llevar una vida digna.


La realidad del mundo tiene que ser vista de manera objetiva, con sentido común y con una visión crítica que nos oriente a pensar en mejorar la vida de los que nos rodean y de integrarlos en la sociedad, fomentando su partipación y que sus necesidades sean escuchadas por aquellos que les pueden dar respuesta.

07 abril 2010

El futuro nos ha alcanzado



Por más increíble que suene, es cierto, el futuro nos ha alcanzado y estamos en sus manos, dependientes de los que disponga hacer de nosotros. Aunque se podría pensar en el futuro sólo en el aspecto tecnológico, caeríamos en un error de reduccionismo.

El futuro viene en todas las formas que nos podemos imaginar, en ideas, acciones, también en el aspecto tecnológico, en la forma de entablar relaciones interpersonales y profesionales; pareciera que la ciencia ficción de los años 50 y 60 es tan palpable y tangible que no sorprende a las nuevas generaciones.

Los niños de hoy están tan acostumbrados a utilizar celulares, a tener acceso a cualquier página de Internet y poder estar enterados de lo que sucede en todo el mundo, a participar en la actividad física que les proveen los videojuegos, a que todo suceda o se realice tan rápido como sea posible, que están a un botón, mejor dicho un clic, de comprar lo que sea; no tienen idea de cómo utilizar una máquina de escribir y si conocen discos de vinil es porque si sus papás no son tan jóvenes, tendrán algunos.

En el caso de los jóvenes y la manera de interrelacionarse, se ve afectada porque ya no existe el anonimato ni la clandestinidad, por un lado, lo que antes se acostumbraba como llamar veinte mil veces al niño que te gustaba, mismas veinte mil veces que colgabas y era sólo para escuchar su voz o lo que estaba haciendo, ya no es posible, ya todo tiene identificador de llamadas, si quieres quedar en el anonimato tienes que utilizar el celular de tu amigo (a) con la condición de que si le regresan la llamada éste finja demencia, como dice Julia Roberts en La boda de mi mejor amigo: "Ya nadie confía en nadie". Ahora todo es por correo electrónico, antes se hablaba de cómo se esperaba la carta de la persona amada con impaciencia y a la llegada del cartero se dibujaba en las personas una cara de alegría, hoy sólo nos entregan cuentas, en su mayoría, y una que otra propaganda.


Nos hemos vuelto tan dependientes de los artilugios electrónicos que a la mínima falla en cualquiera de estos creemos que se acabó el mundo y caemos en el caos, un caos organizacional que muchos le dicen que es como perder la cabeza. Si el celular no responde, no tenemos señal o se le acaba la batería, nos sentimos incomunicados, pero más que eso, nos aislamos de todo. De tal manera que al no estar integrado en las tendencias futurísticas, provoca que el individuo se cuestione su lugar en la sociedad en términos pragmáticos, definirse a si mismo con relación a qué es lo que ve, en dónde come, las redes sociales de las que es parte, en fin, de todo un conjunto de actitudes y factores comerciales.

Tal vez todo esto se deba a una especie de adaptación y ejercicio de exclusión, si no estás dentro no sirves, si quieres sobrevivir únete y mantén informados a los demás. Aún así, no todo queda ahí, es hora de plantear un nuevo futuro, uno más humano y menos industrial, retomar a la naturaleza y la interacción con el ser humano y utilizar el futuro que tenemos en nuestras manos como una alternativa, como una herramienta a la cual recurrir con el objetivo de mejorar la existencia.

04 abril 2010

Suavecito, suavecito


Con el fin de esta semana de vacaciones y el anhelo de que lleguen las próximas lo más rápido posible, me dio una especie de fiebre guapachosa (aunque tal vez sea sólo resfriado), y todo el fin de semana he traído en la cabeza la canción que canta Laura León, o mejor conocida como "La Tesorito", llamada Suavecito, suavecito. Es una versión cumbia, sin gran profundidad, pero cómo tiene ritmo y te hace bailar.

Hace muchos años, muchos muchos años, por nada del mundo la habría bailado o habría admitido de manera pública (como en este caso) que me gusta, sí, lo admito, me gusta, pero como he cambiado y con ello mi forma de pensar y de buscar formas nuevas de expresión, me veo en la obligación de compartir esta canción con todo aquel que dé con este blog y, por otro lado, de mostrar que la inclusión y el probar cosas nuevas no es malo, sino que resulta enriquecedor, soy prueba viviente de ello.

Es necesario mencionar que al menos en México todos hemos escuchado una canción de La Tesorito, y más aun, la hemos bailado, y sin que intervengan prejuicios, es muestra de esa alegría y fiesta que caracteriza al pueblo mexicano y, en general, a los latinos, como escuché una vez "a los latinos de sagre caliente". Sin más les dejo una versión muy reciente de la canción y espero la disfruten.